Reversionamos este clásico alimento argentino. Utilizando exclusivamente leche de búfala, logramos un queso de pasta dura y masa consistente y homogénea. Luego de 60 días de maduración presenta un sabor que se destaca por su suavidad. Por su especial estructura, al asarlo a la plancha o parrilla se funde al punto justo sin desarmarse.